La ingeniera agrónoma Susana Paredes y la bióloga Soledad Weinmeister son las voceras en este caso. Juntas, comentan entusiasmadas lo que hacen y lo que habría que hacer, lo que ven como resultados positivos y lo que sería necesario que cambie.
En esta localidad del sudeste, a 182 kilómetros de la capital pampeana, el INTA pone en práctica los programas ProHuerta, Cambio Rural, atiende consultas de los productores, participa de la mesa de Gestión interinstitucional local, promueve el desarrollo de prácticas productivas alternativas, jornadas a campo y de capacitación. Pero por pertenecer a una región en particular, la unidad de desarrollo tiene unas áreas fuertes que atender.
La extensión.
“Además del Prohuerta, en la agencia nosotros tenemos otro programa que es Cambio Rural, con la ingeniera Rodríguez a cargo. Por ahora tenemos un solo grupo de turismo que funciona en La Adela. Pero el tema fuerte de la unidad es la extensión en lo productivo, porque estamos en una zona ganadera agrícola mixta entonces abordamos esto”, dice Susana Paredes, quien ejerce la dirección de esta unidad.
La sede del INTA en Guatraché abarca el departamento de Hucal, Guatraché y Atreucó y con Prohuerta, tiene incidencia en La Adela y Cuchillo Có y la escuela de San Miguel, situada en el departamento Catriló.
P.: -¿En este marco, qué actividades son las más frecuentes?
S.P.: -Se hacen jornadas de capacitación, asesoramiento técnico a productores, estamos saliendo bastante al campo. Como toda agencia, nos vamos adaptando a las realidades del momento porque aunque tenemos una planificación, a veces según circunstancias políticas, climáticas, se van modificando. Este año estamos teniendo muchas consultas sobre implantación de pasturas, megatérmicas, control de malezas en trigo, ha sido un año muy especial. Ya el año pasado empezamos a trabajar fuertemente con la cooperativa Atreucó de Macachín, haciendo una actividad agrícola ya que estamos con ensayos de cosecha gruesa y fina.
Articulaciones.
Los ensayos que promueve el INTA Guatraché se efectúan en conjunto con otras instituciones. Por ejemplo, Susana explica que están “articulando muy bien con las escuelas agrotécnicas” de Guatraché y Alpachiri. Han puesto en práctica estudios de cultivos de invierno y de calidad de carne en aves.
“Lo trabajamos en forma coordinada con el ingeniero Aníbal Pordomingo de la Experimental Agropecuaria del INTA en Anguil. En la zona sur estamos haciendo lotes de megatérmicas e intersiembras con leguminosas y todo eso nos sirve para hacer jornadas a campo, que es lo que nos parece que le gusta al productor en la zona, donde puede ver en forma directa los resultados y porque la idea es lograr información local”, explica la ingeniera.
P.: -¿Cómo se arma la puesta en práctica de esos ensayos que derivarán en resultados para el productor?
S.P.: -En general, hacemos un trabajo en equipo. Los lideramos los extensionistas, muchas veces los investigadores de Anguil nos ayudan a armar un diseño y buscamos un colaborador, por ejemplo un productor o la cooperativa Atreucó, o el colegio -en San Martín es un productor-. Es un trabajo en equipo, el seguimiento es responsabilidad de nosotros y ya con algunos resultados, volvemos a trabajar con investigadores que nos ayudan a procesar esa información. En algunos casos tenemos contacto con el área de investigación del INTA Bordenave.
P.: -¿Cómo describirías el mapa productivo de esta zona pampeana?
S.P.: -En agricultura el fuerte son los cereales de invierno, el trigo para cosecha, la avena para pastoreo y cosecha. Se hace muy poco de cosecha gruesa; algo de maíz se ha intentado y sobre todo la ganadería, que se realiza desde ciclo completo, invernada, recría; la mayor parte de los campos son mixtos.
Otra actividad importante de la zona y con la que hemos trabajado es la láctea, tenemos una cuenca conformada por Santa Teresa, General Campos, Guatraché y San Martín.
Soledad Weinmeister: -La producción de frutos secos también ha surgido. Uno de los compañeros en INTA está haciendo un curso en la Universidad de Viedma y está aprendiendo como para poder asesorar sobre distintas especies de almendros.
P.: -¿En tambos, ha habido incorporación de nuevas tecnologías a la producción?
S.P.: -Hay tambos bastante grandes que trabajan muy bien y se habían inclinado a hacer un tambo con encierre y por ahí los números se vuelven muy finitos. En esta zona tenemos una particularidad que es que no se produce leche con alfalfa, acá se produce sólo con verdeos y alguna pastura, el tipo de suelo no permite que sea con alfalfa que en otras zonas parece impensable. Esto implica un manejo más que importante y de tal manera que sea rentable. Se ha avanzado en lo que es reserva en silobolsa, hemos trabajando desde la unidad en el análisis de los silos porque lo importante a veces, en esa desesperación que tenemos de tener reserva, es la condición en la que se guarda el grano, entonces saber si hay volúmen está bien, pero si es de calidad. Al menos saber, si no tengo calidad, qué tengo que incorporarle para tenerla.
P.: -¿Qué rol cumplen ustedes con la comunidad menonita?
S.P.: -Sólo vienen a hacernos consultas, llevan semillas, a veces piden asesoramiento de malezas. Se intentó hacer una llegada con el programa de huertas pero no dio resultado.
P.: -Acaba de presentarse una nueva etapa en el programa Cambio Rural. ¿Recibieron alguna directriz para comenzar a trabajar en éste?
S.P.: -En su momento acá hubo hasta 12 grupos de Cambio Rural de apicultura. Ahora las condiciones del programa son similares, pero a la gente le cuesta agruparse, cuando son producciones alternativas es más fácil, pero al ganadero, al agricultor no le gusta trabajar agrupados.
Instituciones.
Si hay algo que sobresale en este diálogo, es la necesidad del INTA de desarrollar su tarea en vinculación con las demás instituciones de los pueblos. Funciona el trabajo si es en conjunto con organismos del estado nacional, provincial y municipal, entre ellos la Universidad Nacional de La Pampa.
Pero ante el intento de formar y hacer funcionar un consejo asesor propio, no ha habido eco. “Hemos hecho un intento pero nos cuesta que quienes nos interesa que vengan lo hagan. Organizar la reunión es difícil. Y para el consejo nos falta que haya instituciones representativas de tamberos, por ejemplo, que acá es una actividad importante y no están ni siquiera bajo una asociación o consorcio”.
¿Cuál sería el objetivo de un consejo asesor? Susana responde de modo sencillo: “escuchar propuestas, demandas o a la hora de armar un proyecto, que surja de los mismos productores”.
“Tenemos buena relación con todas las instituciones del medio, nosotros tenemos la función de trabajar con todos, no cerrarnos, pero nos faltaría ese consejo dentro del INTA que permita darnos una visión para no cerrarnos en nosotros mismos”, concluye.
Prohuerta.
Soledad Weinmeister está a cargo de llevar adelante desde el INTA en Guatraché el programa Prohuerta junto a Claudia Viana. Trabajan para transmitir los beneficios que tiene la huerta familiar porque como ellas saben, los chicos son los mejores difusores de esta práctica que contribuye a una buena nutrición.
“Desde el inicio la idea fue trabajar con las escuelas porque los chicos son los mejores multiplicadores. Tenemos casi veinte escuelas en toda la zona. Pero también con el área social de los municipios participamos de varios proyectos”.
En la práctica, ellas van a las escuelas y buscan un docente o alguien de la institución de referente para llevar a cabo el proyecto. Hacen los plantines, enseñan de siembra, labores, riego, cosecha.
También han complementado la actividad con talleres sobre nutrición y hasta hicieron kioscos saludables.
Pero el Prohuerta abarca a todo interesado, repartiendo a quien lo solicite semillas de dos temporadas y entrega otros insumos como ponedoras y frutales.