Un efectivo de la Policía Provincial, identificado como Benjamín Machado, protagonizó días atrás una particular historia de trabajo y de vida en un predio rural cercano a la pequeña localidad pampeana de Cereales, al asistir a una joven madre en un parto.
El cabo primero Machado, de 50 años de edad y 22 de trayectoria en la fuerza provincial, asistió a una femenina identificada como Griselda Mario que posteriormente fue trasladada en ambulancia al Hospital Lucio Molas de la ciudad de Santa Rosa, para recibir atención médica junto a un pequeño hijo de sexo masculino.
El “policía partero” dialogó ayer con La Reforma y explicó que la experiencia alcanzada “es algo que me quedó marcado” e incluso dejó conocer que, a pedido de los padres de la criatura, próximamente se convertirá en su padrino.
Llamado
Machado señaló que en la madrugada del pasado martes 29 de abril recibió en el destacamento policial de Cereales (una pequeña localidad habitada por unas 350 personas) un llamado telefónico solicitando presencia médica porque en el predio rural “Los lanceros”, ubicado a unos 20 kilómetros de distancia, porque una mujer “había roto bolsa y estaba por dar a luz”.
Ante tal emergencia el cabo policial se comunicó vía radial con la Policía de la localidad de Miguel Riglos (a 20 kilómetros) y pidió que una ambulancia se dirigiera al mencionado establecimiento.
Pero allí no terminó la acción de Machado, ya que tras pedir la ambulancia de Riglos abordó su patrulla policial y se dirigió al campo “Los lanceros” para interiorizarse de la situación.
Al llegar “me encontré con que no se podía esperar… no había más tiempo porque la señora estaba con contracciones muy fuertes y la criatura a punto de nacer”, relató Machado a un cronista de este medio gráfico.
Asimismo acotó que al contar con elementos de primeros auxilios en el patrullero “me coloqué guantes, tranquilicé a la señora diciéndole que respirara, y con la ayuda de ella recibí al chiquito”, a quien seguidamente le dio “dos o tres palmadas para que largue el llanto” e incluso higienizó.
Más adelante, en momentos que Machado “iba a cortar el cordón umbilical” se produjo el arribo de la ambulancia de Miguel Riglos, con personal médico que continuaron con esa y otras tareas.
Posteriormente la mujer y el bebé fueron trasladados al Hospital Lucio Molas santarroseño, en el que permanecieron internados hasta la mañana del último lunes.
Marcado
Machado indicó que es la primera vez que protagoniza un hecho de este tipo. “Es algo que me quedó marcado… inolvidable”, señaló el hombre con más de veinte años en la Policía Provincial que anteriormente se desempeñó en la ciudad de Santa Rosa.
Consultado sobre el hecho de tener que responder a una emergencia de este tipo, el uniformado explicó que “en la Escuela de Policía, dentro de todas las materias que tenemos que rendir, está una capacitación en primeros auxilios”, por lo que de alguna manera se sintió totalmente seguro de lo que hacía.
Igualmente dijo que “mi premio mayor es que está todo bien, tanto el bebé como la mamá”, a quienes visitó en las últimas horas.
Precisamente ayer contó, con plena satisfacción, que Griselda Mario y su esposo Carlos Scoffer primero le indicaron que el bebé se llama “Benjamín” en su honor, y posteriormente “me pidieron si quería ser el padrino, a lo que obviamente dije que sí”.
Finalmente el entrevistado explicó que es oriundo de la localidad bonaerense de Villa Maza y que se encuentra al frente del destacamento policial de Cereales desde hace aproximadamente cinco años.
En la pequeña localidad del sur provincial reside junto a su esposa y su hijo más pequeño, de unos 14 años de edad; ya que otros más grandes se encuentran en Santa Rosa.
Ocho intervenciones de uniformado cordobés
El caso del “policía partero” de la pequeña localidad pampeana de Cereales se repite a nivel nacional con distintos protagonistas, ya que son varios los efectivos policiales que han asistido a madres en distintos nacimientos.
Pero hay uno que vale la pena destacar, ya que un sargento de la Policía de Córdoba asistió en el año 2011 “por octava vez” la urgencia de un parto.
El hecho ocurrió a mediados de enero de dicho período en el barrio Las Violetas de la capital cordobesa. Una joven de 18 años de edad se acercó a un “control policial” y pidió ser trasladada a un establecimiento de salud, porque se encontraba a punto de dar a luz.
Entre los uniformados se encontraba el sargento Carlos Ojeda, con experiencia en asistir partos, que decidió trasladar a la mujer en un patrullero.
Lo cierto es que poco tiempo después la joven madre “rompió bolsa”, por lo que Ojeda detuvo la marcha del vehículo y colaboró en el nacimiento de una beba.
Posteriormente llegaron al lugar del hecho profesionales médicos que condujeron a madre e hija a un centro asistencial, en perfecto estado de salud.
El hecho tomó trascendencia al conocerse que se trató de la octava intervención del policía Ojeda en casos de ese tipo.
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