En el marco del programa “Pertenencia: puesta en valor de la diversidad cultural argentina”, orientado a promover las disciplinas artísticas, literarias y artesanales de cada provincia, el Fondo Nacional de las Artes proyectó dos talleres literarios, uno de narrativa y otro de poesía, destinados a poetas y narradores de toda la provincia de La Pampa.
Uno de los trabajos seleccionados, y finalmente becados es el del poeta santateresense Osvaldo Rosembach quién de esta manera accede a la posibilidad de crecimiento y perfeccionamiento profesional como un creador con condiciones para el oficio literario.
El taller de poesía está a cargo de la poeta Alicia Genovese, Profesora en Letras de la Universidad de Buenos Aires y Master of Arts Doctora en Literatura Latinoamericana de la Universidad de Florida, EEUU.
El talento y la genuina originalidad de las obras de Osvaldo, a continuación:
Atardece un domingo
Domingo por la tardecita
Un sol de otoño dorado y tibio
Cae lánguido por caóticas autopistas.
Regreso depresivo.
Huida desesperada.
Alguien mira fotos
De detenidos rostros extraños.
Amantes se van silenciosos
Como avergonzados del sexo
Con lágrimas intimas / infieles.
Adioses en andenes y terminales
Personas sin rostros se chocan
Como zombis / como perdidos
Se despiden para siempre
Desconfiando del tiempo.
La culpa empieza hacerse carne
El vacío llena cartas
Con tristes legados.
Un conductor acelera.
Un poeta rompe el papel vacío.
Un suicida anuda la soga.
Naipes
La vida
Sucesión de inicios
Juega con
La muerte
Repetición de finales.
La vida y la muerte
Asumen sus roles de
Eternas rivales y
Se entretienen
Jugando barajas.
Y nosotros
Somos el mazo.
La mosca
La mosca sucia y molesta
La mesa sobrevuela
Ante tu indiferencia
Que subestima o ignora
Su ruidosa presencia
Hasta el instante fatal
En que elige tu plato
Para arbitrariamente ahogarse.
Sombras
La acompañas sombras
Que cubren la cama
Haciendo invisible
Su virgen cuerpo desnudo.
Sombras que
Arman el laberinto
De la noche unánime
Donde la niña temporal
Juega a ser mujer definitiva.
Y sus dedos agitados
Se esfuerzan en ser amantes.
El orden
Morocho
Pelo largo
Cara afilada
Cuchillo escondido
Tajo vigente
Ropa sucia y rota
Borrachera repetida.
Antecedentes de pobreza
Peligro latente
Para El Orden.
La oscura celda lo espera
Ser negro y pobre
Parece ser su cruz
La ve en la comisaría
La mira y ya nada entiende.
Vuelve a la villa
Duerme
No alcanza a soñar
El Orden allana
La celda lo espera.
Espera
Recuerdos presentes
Añoranzas de tiempos
Pretéritos
Soledad intransferible
Olvido unánime
Pobreza visible
Engaños y mentiras
Reflejados.
La muerte acecha
Escondida
Su turno próximo.
Ignorado y triste
En la solitaria plaza de
Pueblo
Un anciano vacío de
Afecto
Tranquilo y manso
En un descuidado banco
Siempre espera.
En mi pueblo
En mi pueblo
La ignorancia gobierna
Y la obsecuencia
Aplaude su muerte.
Descubrimiento
Cada mañana la historia
Vuelve a iniciarse cuando el espejo
Devuelve un rostro
Y con el la infinita intriga
Por saber quien de los dos
Es el espejo y quien el reflejado.
Quien pausadamente se afeita y
Lava esa cara.
Y quien es el que horrorizado huye
Al ver en esos lánguidos ojos
La secreta verdad revelada.
Lobo
El lobo viejo
Cansado
Muestras sus dientes gastados
En tanto cordero.
Invoca al terror
Que se mantendrá ausente.
Yace gimiendo
Carente de poder
Rebosante de miedo.
La muerte lo encuentra
Abatido y sin fuerzas
No suplica
Espera
No gruñe
Se silencia
Mira el cielo
Apaga sus
Rojos ojos de fuego.
La pálida luna
Triste y viuda
No encuentra consuelo
Y en la colina sin dueño
La mira sonriendo
Su nuevo amo
Blanco, lanudo y tierno
Que sin esfuerzo
Pronto olvida el balido
Y suelta feroz
Y aterrador aullido.
Remanso de mis días
A María Inés, lucecita de mis noches
Remanso de mis días
Con tus sueños
Escapados de cuentos
Con princesas y duendes.
Remanso de mis días
Abrazame así de fuerte
Y no me sueltes
Besame así de suave
Y empapame de ternura.
Remanso de mis días
No me preguntes
Porque hay guerras
Porque hay guerras
Porque hay pobres
Niños tristes
Y existe la mentira
No me preguntes
Cuando vas a ser grande
No me preguntes…
Dormite y en sueños
Pediles a tus duendes
Que detengan el tiempo.
Por cada desaparecido
Por cada desaparecido…
Hay un niño con hambre
Una madre llorando
Un obrero explotado
Un asesino libre
Un país oprimido
Un gobernante sirviente del norte
De los de siempre.
Por cada desaparecido…
Falta una sonrisa
Valentía para el cambio
Vanguardia en el esfuerzo
Trincheras para los sueños
Realizables y merecidos…
Por cada desaparecido…
Espero el combate
El nervio despierto
La sangre hirviendo
La esperanza sublevada
Para la libertad íntegra.
Por cada desaparecido…
Quiero un pueblo peleando
Quiero reales cadenas rotas
Quiero a la América toda
Liberada y unida
Bailando una danza
Interminable y continental.
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