Encuentran carne envenenada en Macachín
Una vecina denunció numerosos envenenamientos en el pueblo. Entregó a la policía carne envenenada tirada desaprensivamente en una plaza donde juegan los niños del barrio.
Macachín (L.A):
Una vecina de ésta localidad denunció ante autoridades policiales el envenenamiento de dos perros de su propiedad, uno de los cuales murió y el otro fue salvado por la providencial asistencia de una médica veterinaria. La perjudicada aseguró que “hay numerosos casos en el barrio y en todo el pueblo“.
Ayer, indignada tras presentar una denuncia penal en sede policial, Marta Zabala de Holzman, tomó contacto con ésta corresponsalía. “Vengo porque quiero que se difunda que hay gente arrojando carne envenenada en las calles de Macachín. Este es un tema que nos compete a todos, hoy fueron perros pero hay riesgo para toda la población“, advirtió.
Relató que el sábado, aproximadamente a las 15, salió a caminar con su mascota y que en una placita de su barrio –Malvinas Argentinas– observó cómo su perro comenzaba a masticar algo y de inmediato se lo sacó. Era carne picada seca. Cuando regresó al hogar, a los cinco minutos el animal empezó a tener un comportamiento distinto. “Me di cuenta enseguida que estaba envenenado, largaba una espuma blanca y temblaba. Llamamos a la doctora (Natalie) Davezac que se presentó de inmediato y le aplicó una inyección que le salvó la vida. Ella nos confirmó que se trataba de un caso de envenenamiento“.
Más casos.
Zabala recordó que hace quince días otro perro que tenía fue envenenado. Dijo que lo encontraron agonizando en la vereda y que poco más allá murió, de igual forma que la perra de otra familia. “Acá hay muchos casos, hay varios que hicieron exposiciones y otros no. Hemos observado que los envenenamientos se agudizan los fines de semana“.
Por el caso hay una causa iniciada en el Juzgado de Instrucción y Correccional 4 de Hugo Alberto Farías. Zabala señaló que, además de la denuncia, aportó el trozo de carne picada que habría sido el causante del envenenamiento de su can, para que se pueda determinar qué clase de veneno usaron.
“Estos envenenamientos son un peligro para la sociedad y, precisamente, más para los niños que conviven con sus mascotas. En este caso, la carne envenenada había sido arrojada en la placita en la que los chicos del barrio juegan todos los días“, concluyó.