Historias de Mundiales: La frustración mayor


Historias de Mundiales: La frustración mayor

Por Eduardo Cantaro -Télam

El Mundial es la gala donde los astros del balompié se presentan ante los simples mortales para ser adorados como pocas veces. Sin embargo, la historia de esta competencia guarda historias de verdaderos maestros de fútbol que, por distintos motivos no pudieron ser parte de la cita. He aquí un conjunto de historias de estrellas que brillaron en clubes y competencias continentales, pero que por distintas razones nunca pudieron jugar un Mundial.

En toda cita mundialista quedan marginadas figuras que no logran llegar por lesiones o porque sus países se quedaron afuera en las eliminatorias. En 84 años de competencia fueron muchísimos los cracks legendarios que no conocieron la fiesta del fútbol desde adentro. Empecemos, entonces, un repaso por esas historias de frustraciones.

Conocido en la historia argentina por ser uno de los máximos goleadores del fútbol vernáculo, el paraguayo Arsenio Erico fue uno de los primeros cracks en no concurrir a un Mundial. La selección guaraní no se presentó para las copas de Italia y Francia en la década del 30, el gran momento del artillero guaraní que brillara en Independiente. Luego llegaría el largo intervalo mundialista por la Segunda Guerra Mundial. Cuando volvió la competencia en 1950 los goles del “hombre de mimbre” ya eran legendarios.

La década del 40 fue el corazón de la llamada era dorada del fútbol argentino pero,  entre la guerra en Europa y ciertas decisiones dirigenciales fue una generación de jugadores que no pudo brillar en los mundiales. Tal vez la máxima expresión futbolera de eso años, Alfredo Di Stéfano, fue uno de los que no pudo vestir la albiceleste en un mundial. De todos modos tuvo una segunda oportunidad cuando jugaba para la selección española, pero la Furia se quedó afuera en 1958 y en 1962, el “Di” no pudo jugar por una lesión sufrida en un partido amistoso previo a la copa. Aún así, el quinto mejor jugador del mundo del siglo XX, según la FIFA, fue parte del plantel español.

El máximo goleador de la Copa Libertadores tampoco concurrió a una cita mundialista. Alberto Spencer marcó más de 300 goles vistiendo la camiseta de Peñarol entre 1960 y 1970, de los cuales 48 los hizo en la competencia de clubes más importante de América. El problema de Spencer fue que nació en Ecuador en 1937, en una época donde la generación de jugadores de su país no pasaba ni cerca de una clasificación.

El mejor deportista de la historia de Ghana y uno de los mejores futbolistas que dio el fútbol africano, también se perdió las mieles de jugar un mundial. Abedí Pelé ya era campeón de la Copa Africana de Naciones a los 19 años, cuando su seleccionado se impuso por penales ante Libia, en 1982. En la segunda mitad de los 80 incursionó en Europa desarrollando lo mejor de su carrera en el Olympique de Marsella, donde obtuvo la Champions en 1993 y varios títulos de liga. Pero el brillo de Abedí no se correspondió con una buena época del conjunto nacional ghanés,  que recién pudo clasificar a un Mundial en 2006.

Liberia es un país del oeste africano con poca tradición futbolística. Al menos de la buena tradición del juego. En esa tierra nació el 1 de octubre de 1966 George Weah, un delantero que a los 22 años comenzó a triunfar en Europa. Mónaco, Paris St. Germain; Milan, todos los clubes que lo tuvieron consiguieron algún título gracias a su capacidad goleadora. Fue elegido como el mejor jugador africano del siglo XX, pero por la tierra en la que nació, nunca pudo ser parte de un mundial.

Si bien por su ubicación geográfica Gales cuenta con la tradición futbolística necesaria para ser parte de las grandes competencias mundiales (es el tercer seleccionado más viejo) sólo lograron llegar a la fiesta del fútbol en Suecia 1958. Esa única participación dejó afuera a dos grandes estrellas que se desempeñaron con éxito en el fútbol inglés: el joven Gareth Bale, que desde el año pasado es figura en Real Madrid (proveniente del Tottenham) y el legendario Ryan Giggs, quien hace más de 20 años es figura del Manchester United.

Tanto Bale como Giggs (ganó 11 ligas con ManU) tuvieron la oportunidad de representar a la selección inglesa, pero sus corazones tiraron para el lado de Gales, el país que los vio nacer. Esa actitud los convirtió en héroes nacionales.
Si de leyendas del fútbol se habla, es imposible dejar de lado al gran George Best. La fama del “quinto Beatle” se extendió desde la segunda parte de la década del 60, hasta mediados de los 70, para luego convertirse en mito gracias su personalidad. Brillaba como figura de Manchester United, llegando a ganar dos ligas y una Copa de Europa. Best nació en Belfast, Irlanda del Norte, una selección que sólo participó en los mundiales de 1958, 1982 y 1986; años lejanos al reinado de Best.

Finlandia es la única selección de Escandinavia que no ha participado de fases finales mundialistas. Sus mejores posiciones en eliminatorias se dieron en los últimos años y allí estuvo presente Jari Litmanen, jugador que se mostrara al mundo a principios de los 90 en gran Ajax de Louis van Gaal. Litmanen fue el alma mater de su selección entre 1989 y 2010, siendo capitán durante 18 años. Dueño de muchísimos records nacionales, nunca pudo llegar a un Mundial.

En las Copas Mundiales de Italia 90 y Estados Unidos 94 hubo un gran seleccionado que inexplicablemente se quedó afuera de la competencia. Francia contaba con una gran calidad y cantidad de jugadores, entre los que perduraban figuras de los 80 y futuros campeones mundiales de 1998. Pero en el medio se quedaron sin jugar la Copa Mundial de la FIFA tres destacadas figuras: Eric Cantoná, Jocelyn Angloma y David Ginola.

La lista de ausentes en los mundiales se hace más extensa. A ella se pueden agregar jugadores como el peruano Nolberto Solano, el galés Ian Rush, el inglés Duncan Edwards (por la tragedia de Munich o el talentoso Bernard Schuster, que a los 23 años decidió abandonar la selección alemana por el nacimiento de su hijo y nunca más fue convocado.

Jugar un mundial es el sueño máximo de todos los futbolistas. Sus rostros ilustran los medios del planeta y son parte de grandes colecciones históricas. Muchos de los que tuvieron a mano ese sueño y no llegaron, conforman un listado enorme de estrellas que, al menos, deberían tener un apartado especial en los álbumes de figuritas.

Fuente Télam

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