Una lectura de la visita de CFK a Santa Rosa


Una lectura de la visita de CFK a Santa Rosa

PJ: la pinza nacional, los acorralados y los dos modelos de interna
Menos de una semana para las internas. En el PJ el próximo domingo se cierra un ciclo y se continúa otro: el jorgista o el vernista. El de la llamada “renovación” del peronismo volcado al kirchnerismo o el de la continuidad del PJ convencional.
Norberto G. Asquini

Menos de una semana queda para las internas en el PJ. El 5 de julio será una elección que marcará el comienzo del fin para uno de los dos sectores que disputan la gobernación. El que gana, se queda con el poder dentro del PJ pampeano. Y se cierra así un ciclo y se continúa otro. El jorgista o el vernista. El de la llamada “renovación” del peronismo ya con una filiación K, o el de la continuidad del PJ tradicional con una lógica provincial.

Y decimos el comienzo del fin porque todavía falta ver qué pasará en octubre, cómo se comportará la coalición que quede relegada el domingo cuando lleguen las generales. La confrontación entre Compromiso Peronista y Peronismo Pampeano se ha dado en toda la provincia y va a dejar dolidos y quebrados. La cuestión es cuán profundo ha llegado a calar esa disputa interna, si el peronismo podrá o no cerrar filas después de la compulsa interna. Si el voto desobediente, rebelde o traidor, una tendencia creciente en La Pampa en los últimos comicios, mostrará los dientes en octubre.

Pinzas y acorralados.

Pero no nos adelantemos. Esta columna es la de cierre antes de las internas, y ya no queda tiempo para mucho más análisis. En los últimos días, el hecho más importante, fue el acto encabezado por la presidenta Cristina Fernández en el Club Estudiantes. Para muchos, fue un hecho histórico. No por lo que se dijo, sino por lo que puede llegar a representar.

La visita de la Presidenta fue una demostración de fuerza, la más importante, de la Casa Rosada en territorio pampeano. El vernismo-marinismo quedó de esta manera acorralado con una estrategia de pinzas que pretende barrerlo, o al menos cercarlo desde Nación. Veamos la progresión de las últimas semanas: el PJ nacional bloquea la lista del PJ y crea el FpV en la provincia para llevar candidatos K al Congreso; Carlos Zannini le cierra cualquier puerta a una boleta en conjunto a Rubén Marín y Carlos Verna para legisladores nacionales; viaja CFK para apoyar a Oscar Jorge y Fabián Bruna; pero también lo hace la fórmula presidencial con Daniel Scioli, al que muchos del otro sector consideraban que iba a ser neutral en la contienda, como se les había prometido.

Del otro lado.

Tras el acto, hubo dos formas de manifestarse desde Peronismo Pampeano sobre la visita: los que prefirieron mantenerse en silencio, sabiendo que las chances se juegan cuerpo a cuerpo en la campaña; y quienes salieron desenfrenados a repudiar la visita y sus implicancias. A los últimos, los más nerviosos y combativos, se los pudo observar a través de las redes sociales. De hecho, el autor pudo leer de uno de sus representantes la palabra “zurdos” para calificar a parte de quienes fueron a apoyar a la mandataria. Tal vez fue solo una postura personal y no hay que generalizarlo, tal vez una demostración del ánimo que embarga a muchos.

Los mensajes.

El mensaje de la presidenta fue contundente: dijo que no se puede votar a “los dirigentes de siempre” y que La Pampa tiene que cambiar definitivamente. Ser parte de su proyecto nacional. La lectura más camporista es que si en la estrategia de polarización del matrimonio Kirchner se enfrentó a los enemigos del modelo -la dictadura, el neoliberalismo de los 90, el duhaldismo o los medios concentrados- en ese paquete está incluido el vernismo-marinismo. Para el jorgismo, la visita de CFK terminó de torcer el voto a favor de Fabián Bruna, ya que el postulante ha crecido en sus adhesiones en los últimos tiempos, quedando a la par de Verna.

Desde el vernismo-marinismo la lectura de lo que puede a ocurrir es otra. Y también de los alcances de la visita. Para el sector la elección tendrá una impronta provincial, como siempre la tuvo, salvo cuando hay que elegir presidente. Marín afirmó que “la sociedad pondrá los límites” frente a la injerencia del gobierno nacional y a eso apuntan. El kirchnerismo puede acorralar, pero no eliminar en el interior las manifestaciones disidentes a su poder.

Sin embargo, esta última semana, el tono de la campaña se profundizó desde lo discursivo. Una muestra de cómo ha escalado la interna y de que no todo está cerrado en esta elección antes de tiempo. Verna, que intentó tener un tono moderado, llegó a señalar el pasado de Jorge como funcionario en los tiempos de la dictadura militar. Todo un signo.

Los dos modelos.

¿Qué tipo de interna se dará el próximo domingo? Vamos al análisis comparativo para sacar algunas conclusiones de lo que puede llegar a ocurrir. El autor de la nota tiene su pronóstico, pero también debe dejar constancia que no es fácil la lectura de lo que sucederá cuando se abran las urnas.

A favor del vernismo-marinismo puede darse una interna “modelo 1983”. Ese año Marín le ganó a las otras líneas con su base electoral en General Pico, donde tenía una estructura armada, pero sobre todo con una construcción política que se fue conformando en el interior de la provincia cercando a Santa Rosa, bastión en ese entonces de la oposición interna. En la capital provincial, donde no podía hacer pie, prefirió que se dividieran los votos para restarle poder a la otra boleta que parecía competirle. Esta vez, Verna, que siempre tuvo difícil Santa Rosa y le fue esquiva, quiere sacarle votos a Bruna con dos precandidatos a intendente aliados, con los que estuvo enfrentado, para sacarle rédito electoral a su favor y neutralizarlo.

El jorgismo quiere repetir el “modelo 2007”. Ese año, el gobernador Verna no fue por la reelección y apoyó a Jorge, un funcionario, como su sucesor. Desde el Estado provincial el vernismo construyó sus apoyos a través de la estructura de los intendentes para enfrentar a Marín. El entonces senador parecía todavía el hombre fuerte en el PJ provincial, más allá de los golpes recibidos por ese entonces, frente a un candidato “débil” como Jorge. Finalmente, se impuso lo “nuevo” sobre lo “viejo” con gran apoyo independiente.

El lector dirá que ahora pesan otras circunstancias. Es cierto, pero también juegan los mismos actores.

Lógicas y aparatos.

Finalmente, está el peso del aparato y de los candidatos. Verna corre con ventaja en su posicionamiento y reconocimiento, Bruna viene de atrás pero ha habido una campaña masiva para instalarlo.

La movilización de las estructuras será importante. La lógica, en la política argentina, es que quien tiene el gobierno, vuelca la interna, a fuerza de recursos. En esta oportunidad, con los jefes comunales repartidos, será importante cómo jugará cada uno de ellos en sus localidades, ya que es relevante el peso de la comuna y las adhesiones personales que cosecha cada intendente.

Santa Rosa y General Pico son medulares. Verna quiere “quebrar” a Jorge en la capital y Compromiso Peronista descontarle al vernismo en su propio bastión. En ese juego de contrapesos está parte de la clave de esta elección.

Pero hay también un voto espontáneo, que ya se manifestó en los comicios de 2007, y que puede neutralizar al cautivo. El jorgismo busca un apoyo independiente que simpatiza con la renovación de la dirigencia pampeana. El vernismo-marinismo la adhesión del votante peronista identificado con el PJ tradicional. Son generalizaciones, pero ese parece que será el perfil de cada sector. El resto, queda en manos del votante.

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